Ya está la llorona ésta en su baño
de lágrimas otra vez dando la brasa... Pero el caso es que el XIX Sierrade Cádiz de 2015 ha sido el mejor rallye que podía pasarme... ha
ido todo perfecto.
Todo lo que programábamos hacer los días previos
(sangrar frenos, cambiar guardapolvos, revisar ésto y aquello...) lo
hacíamos, salía bien y quedaba tiempo para unas fantas con charla
al fresquito... y ésto me hacía sentirme extraño.
Estoy agradecidísimo una vez más al fenomenal
equipo que me asiste, y especialmente a Francis Portales (TurbosMalaga Racing Factory...) por dejar el coche perfecto, precioso y a
mi gusto, aunque él siempre le busca más cosas a mejorar... e irán llegando. Los tiempos siempre digo que me dan
igual... Pero el que empiece a mosquearme lo mucho que corren los demás en
comparación es buena señal a mi juicio, sabiendo que, aunque yo voy “lentito”,
el coche sí va bien ya... Hay gente buenísima en cualquier rallye
del andaluz y se tiran como bombas. De nuevo lo mejor siempre es que
no ha habido incidentes reseñables en la prueba, la organización ha sido perfecta, hemos acabado sin ningún arañazo (en el coche),
ni sustos serios, ni nada que no sea la enorme satisfacción de que
el coche ya corre como un cohete, sin fallos ni rateos, sin ambajes ni excusas (aparte de que me monte sólo cada 5 meses...) Pero ya soy yo el que va lento...
Y ha sido divertidísimo, porque lo mejor del rallye sin duda es que lo
hemos pasado todos “como los indios”, especialmente yo ¡Cómo mola correr de noche! !Cómo molan los
tramos del Sierra! Bajar la Ribera un par de veces, por primera vez
al volante, ha sido brutal... casi tanto como subir Zahara tres
veces... ¡Qué alegría llegar a la meta!¡Copiloto perfecto! (qué
no habré dicho ya de Rubén...) ¡Coche perfecto! ¡Asistencia
perfecta! ¡Ni un mal rollo!
(Foto: RafaScratchWRC)
Al lío: Salimos al rallye la noche del
viernes hechos un manojo de nervios (leer hasta el final...), pero
sabiendo que el tramo era de “pasarlo” y poco más, tan peligroso
como una abuela con un twingo camino del supermercado, parada de
autobús incluida; “faena aseada” para éste “manso” y al
parque cerrado... Me parece fantástico que haya un tramo espectáculo
la noche del viernes tras verificar: Se queda uno con las ganas de
que sea más largo. Ha sido precioso, ha permitido estrenar la
parrilla tras dos años de tener el coche (Una pena que se pierdan
los tramos nocturnos, y digo más, los rallyes nocturnos...) y es una
sensación increible correr de noche; además se premia el compromiso
de la localidad de El Bosque con la carrera, miel sobre hojuelas.
Gracias por la novedad.
(Foto: Noemi Campins)
Pero para la próxima, que no todo va a
ser peloteo, al no ser un tramo “normal” creo que todo debe
estar mejor reflejado en el road book: Si hay que pasar
obligatoriamente por la parada de autobús, debe indicarse; si hay 4
puertas de newyorkers en la recta larga, entrando por la izquierda,
la descripción del tramo, con foto incluida, no puede decir que son
tres y entrando por la derecha, porque la trazada teórica también
se anota al reconocer... y luego encontrarse la sorpresa en la noche, con el coche de carreras y el casco puesto, no es agradable. Nunca mola una sorpresa nocturna. También
está el asunto de que no haya habido un briefing como tal para
compartirnos detalles como los antedescritos, o revisar con los
participantes la mecánica de salir desde el parque de asistencia y
no desde el parque cerrado... Porque la recogida de carnets de ruta
fue un poco como la cola de la carnicería del supermercado, pero en la
penumbra y con “marujas asesinas” queriendo colarse... y algunos
no lo esperábamos, ni estaban los nervios para tanto lío en nuestro caso. Además,
porque un par de folios con una serie de instrucciones nunca pueden
sustituir a la reunión, a un cara a cara, de los participantes con el
organizador, el director de carrera, etc. Acabaremos haciendo el
briefing por email o videoconferencia, pero se pierden cosas y no
mola. Por ejemplo, (va una batallita del abuelo): Recuerdo un Sierra
de Cadiz (el V) en el que hasta se nos avisó en el briefing que por la
Sierra había ésos días tanta benemérita con radares como si
estuviera Bin Ladden en persona escondido... Para que intentásemos
evitar dolorosas multas... Ésas cosas están bien, y no han de
perderse. Fin de la cita. Ya no más críticas.
Con las piernas temblando, de lo que mola
correr de noche, dejamos el Ibiza en la plaza de toros (cubierta). Un
escenario que mejora el espectáculo por su mejor iluminación, el
color del albero, el que no te tengas que preocupar de arrancar en el frío del relente... Otra fantástica mejora a mantener.
A la mañana siguiente, ya con el
carnet de ruta y un cafelito... Asistencia rápida para quitar los
focos de la noche anterior, pasarle un trapo al bicho y ale, a subir
Zahara (no veas...). Calentar gomas en el enlace, micción al pasar el cruce de la
presa, hans, casco, arneses y al chopo. Al llegar, ¡Vaya por Dios!
Mucha cola de coches para salir a correr, mal asunto. Efectivamente,
los furores iniciales y lo provocador del bellísimo tramo dan lugar a excesos,
y golpes... Tras un largo retraso para retirar un vehiculo se decide
volver a dar salida a los coches... Quedan 4 o 5 delante en la cola... pero,
justo cuando va a tomar la salida el competidor anterior a nosotros,
de nuevo un receso... Al final le dan la salida, en carrera... Vamos
allá... Pero de nuevo un retraso, conmigo y mis nervios pegado a la
célula... Y se neutraliza el tramo, justo cuando era mi turno... “-Quitaros
el casco y para arriba... -Amosnomejo...”. Vamos revisando notas y
sorteando coches arrugados (hasta tres de ellos...), pero qué tramo.
Mucho ánimo a todos, demasiados, los que no acabaron el rallye: Reparar y seguir,
“patrás ni pa coger impulso”. Al llegar a meta, vemos que hay un
par de curvas que nos faltan (la llegada este año es un poco más
allá...) y las anotamos... Por eso ya dije una vez que es importante
que, si se suspende un tramo, la caravana pase neutralizada siempre que
“quepa”. Pero en el chopo notamos un pestazo a frenos bastante
evidente, a pesar de haber pasado neutralizados y conduciendo con
“dos dedos”... Preocupación.
Como ha dicho alguno en las redes
sociales: Si la Subida de Ubrique a Benaocaz tiene mucho encanto...
para abajo ni te cuento. El corto pero intenso tramo de Benaocaz es
la segunda especial, alternando zonas rapidísimas con otras lentas y
con bastante castigo para los frenos... El tramo nos sale bien,
tanteando, sin incidentes reseñables salvo un patinazo en la primera
curva larga, al salir del pueblo tras el rasante, el coche se va de
ambos ejes, pero con nobleza y agarrando en el momento que pongo pie a chapa... y Rubén y yo casi lo rezamos a la vez: ”Ruedas frías”: Un
par de curvas más y arreglado. El coche frena bien, pero al llegar
al chopo, ya no es el olorcillo... encima, dos humaredas bastante escandalosas
salen de las ruedas delanteras...
Sin saber si darle importancia,
seguimos para una nueva subida a Zahara que completa el primer bucle
antes de la asistencia, haciendo las pertinentes consultas por
teléfono por el camino con el Team manager... Francis piensa que no
es nada, simplemente que el coche “ya anda” y por fin estoy
“usando” los frenos... además con las pastillas nuevas, apenas
sin rodar... "-Tu sigue y ya vemos en la asistencia, pero creo que es
normal..."
Zahara mola. El puerto de las Palomas
es el tramo más bonito de Andalucía a nivel de paisaje y entorno,
con diferencia... Pero con un coche que le aceleras y se retuerce y
empuja como si quisiera labrar surcos en el asfalto, es gloria
bendita. Además la bajada final nos permite verificar si tenemos un
problema en los frenos o no... Y salió que no... Olor, pero nada de
humo y sigue frenando como si tirásemos el ancla del Queen Elisabeth
por la ventanilla al llegar a cada giro... En la primera asistencia
se confirma el diagnóstico: Todo va bien, y que siga...
Zahara y Benaocaz de nuevo... cada vez
más cómodos, disfrutando y bajando los tiempos de anteriores
pasadas poco a poco, pero sin exagerar. Aunque voy lento para lo que anda, al coche
quiero llevarle yo y no él a mi. Cada vez va mejor de frenos,
incluso se nota que el trabajo “le dignifica”: mejora el
comportamiento de la suspensión, reparte los líquidos y todo “se
cuadra”... Aprendiendo cosas en cada nota, cada frenda y cada
curva... ¡qué bonito es ésto!... Las notas que comenzamos a aplicar en
Córdoba en mayo van perfectas... y Rubén las está leyendo
impecablemente... una gozada.
Asistencia larga, repostaje, bocata,
cambio de ruedas... “-¿No las quieres apurar un poco más? -Es que
hay ruedas nuevas en el furgón y ahora bajo Grazalema... échamelas
alante, porfa... -Vale, pero ojito, que al principio no van a ir como
las otras hasta que no se desperecen un poco”...
Para éso tenemos el tramo de El Bosque
(Benamahoma se llama ahora, ya que se sale desde ahí...). Nos
encontramos en el chopo de salida con el Porsche nuevo de Aznar en la
cola... Ha penalizado por problemas de embrague; pero qué máquina,
qué sonido, qué caballería. Bien por Cordero, que se lo merece,
pienso yo... La configuración de éste año se lleva la meta del tramo a la carretera hacia Grazalema, en la entrada del camping, en lugar de
subir las Palomas “por detrás”. Otro pedazo de subida con su
bajada en el precioso paisaje de el puerto del El Boyar... Pero con
una zona rapidísima en lo alto del puerto que le mariposea la
barriga al más pintado... Yo sé que ahí “palmo” lo más
grande, fijo, pero las mariposas son mías, el estómago también y
el coche corre tela... Hasta que no me acostumbre, si lo logro, que
me esperen...
Todo sale bien y seguimos... Lo que
hace a éste rallye un poco más duro que ediciones pasadas, aparte
del obvio kilometraje y las tres subidas de Zahara, es que nada más
acabar de bajar el Boyar, casi sin tiempo para refrigerar nada,
pasando por el centro urbano de Grazalema, hay que bajar en otra especial más, y es
la Ribera. Tremendo tramo, de regreso al mapa del rallye éste año,
y de categoría “muy puto” (Cotrino dixit) en la escala de
Ritcher si tienes lo que hay que tener, sobre todo al final, desde la
iglesia a meta. Aunque el reasfaltado en la parte de abajo lo ha
cambiado bastante; antes además recuerdo que patinaba como jabón
(y una vez lo pasé lloviendo...), pero qué maravilla. Yo no tengo
mucho de aquello que hay que tener... Así que un alivio conseguir
llegar al embalse, pero el coche va cada vez mejor, frena, se tiene y
lo estamos pasando teta. De nuevo a El Bosque para una última
asistencia de las de pasar un trapo y revisar presiones y niveles... Ya sólo
quedan dos tramos más, otra vez Benamahoma y Ribera, para “no
cagarla”... Vámonos.
Pero se nota que estamos agustísimo,
las notas van perfectas (y perfectamente cantadas) porque, aún
saliendo a “no cagarla”, bajamos de nuevo los tiempos en cada
pasada... al llegar a la meta en la Ribera se escapan varias
interjecciones “¡Toma ya!”. Lo hemos pasado bomba (mira que me reitero) y todo ha
salido bien. Enlace de vuelta a el Bosque y a parque cerrado en la
plaza de toros... Qué alegría... Este año no nos ha cogido nadie en los tramos, y salimos airosos de un rallye durísimo que ha dejado a algunos de lo mejorcito del Andaluz por las cunetas...
Como está mandado, la emotiva
ceremonia de entrega de premios en el coso taurino espera a la
llegada de todos los participantes en todas las categorías, y a la
configuración de las clasificaciones. Gana don Pedro con su Porsche, merecidamente.
A pesar de penalizar en el arreglo, Aznar es segundo con su GT3,
blanco y radiante, y Toril, hecho un chaval con “la maqueta” (la llamamos así porque éso es
lo que parece el precioso Ibiza Kit Car) ha quedado tercero. Bonito
hasta el podium. Hemos ganado, por único superviviente, nuestra clase y
somos cuartos de Gr. N (ninguna de las dos cosas apareja premio) y
23º de la general. Poco importa. Todo ha salido perfecto.
Perfecto todo si no hubiera sido por el
“remate de cabeza” que le había dado a la puerta del furgón mientras
montábamos la asistencia el viernes a mediodía... Los nervios y un montón de entusiasmo al ir a buscar una herramienta. Resultado: Un buen charco de
sangre (al que preguntaba le dijimos que habíamos matado un pollo, para comer...), dos heridas inciso-contusas en el cuero cabelludo con 5 y 2
puntos respectivamente, un nolotil inyectado en el culete y creo que
no aboyé el marco de la puerta porque la de Rubén es una buena
furgoneta. De nuevo mi agradecimiento al supercopi: Rubén estuvo
impecable, calmado, llevándome al centro de salud discretamente, disimulando que
aquello seguía sangrando mientras verificábamos, escondiendo mi
sotocasco lleno de lamparones... Y es que no hay rallye sin marrón, a
pesar de que éste ha sido perfecto.
Cuando yo soñaba que volvía a correr rallyes, me pasaba ésto...
Cuando yo soñaba que volvía a correr rallyes, me pasaba ésto...
A. Moreno
Fotones: Carlos Ortega (Málaga Competición)
(Excepto dos, atribuidas al pié)
Que precioso artículo, es un gusto compartir contigo a través de estas crónicas lo que vas disfrutando y cumpliendo tus sueños, además las escribes tal cual eres, parece que te estoy oyendo contarlo todo hermano. Enhorabuena, y gracias!
ResponderEliminarGracias Poncho.
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