Image

6 de octubre de 2015

No hay rallye sin marrón...

Ya está la llorona ésta en su baño de lágrimas otra vez dando la brasa... Pero el caso es que el XIX Sierrade Cádiz de 2015 ha sido el mejor rallye que podía pasarme... ha ido todo perfecto. 


Todo lo que programábamos hacer los días previos (sangrar frenos, cambiar guardapolvos, revisar ésto y aquello...) lo hacíamos, salía bien y quedaba tiempo para unas fantas con charla al fresquito... y ésto me hacía sentirme extraño. 


Estoy agradecidísimo una vez más al fenomenal equipo que me asiste, y especialmente a Francis Portales (TurbosMalaga Racing Factory...) por dejar el coche perfecto, precioso y a mi gusto, aunque él siempre le busca más cosas a mejorar... e irán llegando. Los tiempos siempre digo que me dan igual... Pero el que empiece a mosquearme lo mucho que corren los demás en comparación es buena señal a mi juicio, sabiendo que, aunque yo voy “lentito”, el coche sí va bien ya... Hay gente buenísima en cualquier rallye del andaluz y se tiran como bombas. De nuevo lo mejor siempre es que no ha habido incidentes reseñables en la prueba, la organización ha sido perfecta, hemos acabado sin ningún arañazo (en el coche), ni sustos serios, ni nada que no sea la enorme satisfacción de que el coche ya corre como un cohete, sin fallos ni rateos, sin ambajes ni excusas (aparte de que me monte sólo cada 5 meses...) Pero ya soy yo el que va lento... 

Y ha sido divertidísimo, porque lo mejor del rallye sin duda es que lo hemos pasado todos “como los indios”, especialmente yo ¡Cómo mola correr de noche! !Cómo molan los tramos del Sierra! Bajar la Ribera un par de veces, por primera vez al volante, ha sido brutal... casi tanto como subir Zahara tres veces... ¡Qué alegría llegar a la meta!¡Copiloto perfecto! (qué no habré dicho ya de Rubén...) ¡Coche perfecto! ¡Asistencia perfecta! ¡Ni un mal rollo!

(Foto: RafaScratchWRC)

Al lío: Salimos al rallye la noche del viernes hechos un manojo de nervios (leer hasta el final...), pero sabiendo que el tramo era de “pasarlo” y poco más, tan peligroso como una abuela con un twingo camino del supermercado, parada de autobús incluida; “faena aseada” para éste “manso” y al parque cerrado... Me parece fantástico que haya un tramo espectáculo la noche del viernes tras verificar: Se queda uno con las ganas de que sea más largo. Ha sido precioso, ha permitido estrenar la parrilla tras dos años de tener el coche (Una pena que se pierdan los tramos nocturnos, y digo más, los rallyes nocturnos...) y es una sensación increible correr de noche; además se premia el compromiso de la localidad de El Bosque con la carrera, miel sobre hojuelas. Gracias por la novedad.

(Foto: Noemi Campins)

Pero para la próxima, que no todo va a ser peloteo, al no ser un tramo “normal” creo que todo debe estar mejor reflejado en el road book: Si hay que pasar obligatoriamente por la parada de autobús, debe indicarse; si hay 4 puertas de newyorkers en la recta larga, entrando por la izquierda, la descripción del tramo, con foto incluida, no puede decir que son tres y entrando por la derecha, porque la trazada teórica también se anota al reconocer... y luego encontrarse la sorpresa en la noche, con el coche de carreras y el casco puesto, no es agradable. Nunca mola una sorpresa nocturna. También está el asunto de que no haya habido un briefing como tal para compartirnos detalles como los antedescritos, o revisar con los participantes la mecánica de salir desde el parque de asistencia y no desde el parque cerrado... Porque la recogida de carnets de ruta fue un poco como la cola de la carnicería del supermercado, pero en la penumbra y con “marujas asesinas” queriendo colarse... y algunos no lo esperábamos, ni estaban los nervios para tanto lío en nuestro caso. Además, porque un par de folios con una serie de instrucciones nunca pueden sustituir a la reunión, a un cara a cara, de los participantes con el organizador, el director de carrera, etc. Acabaremos haciendo el briefing por email o videoconferencia, pero se pierden cosas y no mola. Por ejemplo, (va una batallita del abuelo): Recuerdo un Sierra de Cadiz (el V) en el que hasta se nos avisó en el briefing que por la Sierra había ésos días tanta benemérita con radares como si estuviera Bin Ladden en persona escondido... Para que intentásemos evitar dolorosas multas... Ésas cosas están bien, y no han de perderse. Fin de la cita. Ya no más críticas.

Con las piernas temblando, de lo que mola correr de noche, dejamos el Ibiza en la plaza de toros (cubierta). Un escenario que mejora el espectáculo por su mejor iluminación, el color del albero, el que no te tengas que preocupar de arrancar en el frío del relente... Otra fantástica mejora a mantener.


A la mañana siguiente, ya con el carnet de ruta y un cafelito... Asistencia rápida para quitar los focos de la noche anterior, pasarle un trapo al bicho y ale, a subir Zahara (no veas...). Calentar gomas en el enlace, micción al pasar el cruce de la presa, hans, casco, arneses y al chopo. Al llegar, ¡Vaya por Dios! Mucha cola de coches para salir a correr, mal asunto. Efectivamente, los furores iniciales y lo provocador del bellísimo tramo dan lugar a excesos, y golpes... Tras un largo retraso para retirar un vehiculo se decide volver a dar salida a los coches... Quedan 4 o 5 delante en la cola... pero, justo cuando va a tomar la salida el competidor anterior a nosotros, de nuevo un receso... Al final le dan la salida, en carrera... Vamos allá... Pero de nuevo un retraso, conmigo y mis nervios pegado a la célula... Y se neutraliza el tramo, justo cuando era mi turno... “-Quitaros el casco y para arriba... -Amosnomejo...”. Vamos revisando notas y sorteando coches arrugados (hasta tres de ellos...), pero qué tramo. Mucho ánimo a todos, demasiados, los que no acabaron el rallye: Reparar y seguir, “patrás ni pa coger impulso”. Al llegar a meta, vemos que hay un par de curvas que nos faltan (la llegada este año es un poco más allá...) y las anotamos... Por eso ya dije una vez que es importante que, si se suspende un tramo, la caravana pase neutralizada siempre que “quepa”. Pero en el chopo notamos un pestazo a frenos bastante evidente, a pesar de haber pasado neutralizados y conduciendo con “dos dedos”... Preocupación.

Como ha dicho alguno en las redes sociales: Si la Subida de Ubrique a Benaocaz tiene mucho encanto... para abajo ni te cuento. El corto pero intenso tramo de Benaocaz es la segunda especial, alternando zonas rapidísimas con otras lentas y con bastante castigo para los frenos... El tramo nos sale bien, tanteando, sin incidentes reseñables salvo un patinazo en la primera curva larga, al salir del pueblo tras el rasante, el coche se va de ambos ejes, pero con nobleza y agarrando en el momento que pongo pie a chapa... y Rubén y yo casi lo rezamos a la vez: ”Ruedas frías”: Un par de curvas más y arreglado. El coche frena bien, pero al llegar al chopo, ya no es el olorcillo... encima, dos humaredas bastante escandalosas salen de las ruedas delanteras...


Sin saber si darle importancia, seguimos para una nueva subida a Zahara que completa el primer bucle antes de la asistencia, haciendo las pertinentes consultas por teléfono por el camino con el Team manager... Francis piensa que no es nada, simplemente que el coche “ya anda” y por fin estoy “usando” los frenos... además con las pastillas nuevas, apenas sin rodar... "-Tu sigue y ya vemos en la asistencia, pero creo que es normal..."

Zahara mola. El puerto de las Palomas es el tramo más bonito de Andalucía a nivel de paisaje y entorno, con diferencia... Pero con un coche que le aceleras y se retuerce y empuja como si quisiera labrar surcos en el asfalto, es gloria bendita. Además la bajada final nos permite verificar si tenemos un problema en los frenos o no... Y salió que no... Olor, pero nada de humo y sigue frenando como si tirásemos el ancla del Queen Elisabeth por la ventanilla al llegar a cada giro... En la primera asistencia se confirma el diagnóstico: Todo va bien, y que siga...

Zahara y Benaocaz de nuevo... cada vez más cómodos, disfrutando y bajando los tiempos de anteriores pasadas poco a poco, pero sin exagerar. Aunque voy lento para lo que anda, al coche quiero llevarle yo y no él a mi. Cada vez va mejor de frenos, incluso se nota que el trabajo “le dignifica”: mejora el comportamiento de la suspensión, reparte los líquidos y todo “se cuadra”... Aprendiendo cosas en cada nota, cada frenda y cada curva... ¡qué bonito es ésto!... Las notas que comenzamos a aplicar en Córdoba en mayo van perfectas... y Rubén las está leyendo impecablemente... una gozada.


Asistencia larga, repostaje, bocata, cambio de ruedas... “-¿No las quieres apurar un poco más? -Es que hay ruedas nuevas en el furgón y ahora bajo Grazalema... échamelas alante, porfa... -Vale, pero ojito, que al principio no van a ir como las otras hasta que no se desperecen un poco”...

Para éso tenemos el tramo de El Bosque (Benamahoma se llama ahora, ya que se sale desde ahí...). Nos encontramos en el chopo de salida con el Porsche nuevo de Aznar en la cola... Ha penalizado por problemas de embrague; pero qué máquina, qué sonido, qué caballería. Bien por Cordero, que se lo merece, pienso yo... La configuración de éste año se lleva la meta del tramo a la carretera hacia Grazalema, en la entrada del camping, en lugar de subir las Palomas “por detrás”. Otro pedazo de subida con su bajada en el precioso paisaje de el puerto del El Boyar... Pero con una zona rapidísima en lo alto del puerto que le mariposea la barriga al más pintado... Yo sé que ahí “palmo” lo más grande, fijo, pero las mariposas son mías, el estómago también y el coche corre tela... Hasta que no me acostumbre, si lo logro, que me esperen...


Todo sale bien y seguimos... Lo que hace a éste rallye un poco más duro que ediciones pasadas, aparte del obvio kilometraje y las tres subidas de Zahara, es que nada más acabar de bajar el Boyar, casi sin tiempo para refrigerar nada, pasando por el centro urbano de Grazalema, hay que bajar en otra especial más, y es la Ribera. Tremendo tramo, de regreso al mapa del rallye éste año, y de categoría “muy puto” (Cotrino dixit) en la escala de Ritcher si tienes lo que hay que tener, sobre todo al final, desde la iglesia a meta. Aunque el reasfaltado en la parte de abajo lo ha cambiado bastante; antes además recuerdo que patinaba como jabón (y una vez lo pasé lloviendo...), pero qué maravilla. Yo no tengo mucho de aquello que hay que tener... Así que un alivio conseguir llegar al embalse, pero el coche va cada vez mejor, frena, se tiene y lo estamos pasando teta. De nuevo a El Bosque para una última asistencia de las de pasar un trapo y revisar presiones y niveles... Ya sólo quedan dos tramos más, otra vez Benamahoma y Ribera, para “no cagarla”... Vámonos.


Pero se nota que estamos agustísimo, las notas van perfectas (y perfectamente cantadas) porque, aún saliendo a “no cagarla”, bajamos de nuevo los tiempos en cada pasada... al llegar a la meta en la Ribera se escapan varias interjecciones “¡Toma ya!”. Lo hemos pasado bomba (mira que me reitero) y todo ha salido bien. Enlace de vuelta a el Bosque y a parque cerrado en la plaza de toros... Qué alegría... Este año no nos ha cogido nadie en los tramos, y salimos airosos de un rallye durísimo que ha dejado a algunos de lo mejorcito del Andaluz por las cunetas...

Como está mandado, la emotiva ceremonia de entrega de premios en el coso taurino espera a la llegada de todos los participantes en todas las categorías, y a la configuración de las clasificaciones. Gana don Pedro con su Porsche, merecidamente. A pesar de penalizar en el arreglo, Aznar es segundo con su GT3, blanco y radiante, y Toril, hecho un chaval con “la maqueta” (la llamamos así porque éso es lo que parece el precioso Ibiza Kit Car) ha quedado tercero. Bonito hasta el podium. Hemos ganado, por único superviviente, nuestra clase y somos cuartos de Gr. N (ninguna de las dos cosas apareja premio) y 23º de la general. Poco importa. Todo ha salido perfecto.


Perfecto todo si no hubiera sido por el “remate de cabeza” que le había dado a la puerta del furgón mientras montábamos la asistencia el viernes a mediodía... Los nervios y un montón de entusiasmo al ir a buscar una herramienta. Resultado: Un buen charco de sangre (al que preguntaba le dijimos que habíamos matado un pollo, para comer...), dos heridas inciso-contusas en el cuero cabelludo con 5 y 2 puntos respectivamente, un nolotil inyectado en el culete y creo que no aboyé el marco de la puerta porque la de Rubén es una buena furgoneta. De nuevo mi agradecimiento al supercopi: Rubén estuvo impecable, calmado, llevándome al centro de salud discretamente, disimulando que aquello seguía sangrando mientras verificábamos, escondiendo mi sotocasco lleno de lamparones... Y es que no hay rallye sin marrón, a pesar de que éste ha sido perfecto.

Cuando yo soñaba que volvía a correr rallyes, me pasaba ésto...


A. Moreno
Fotones: Carlos Ortega (Málaga Competición)
(Excepto dos, atribuidas al pié)

2 comentarios :

  1. Que precioso artículo, es un gusto compartir contigo a través de estas crónicas lo que vas disfrutando y cumpliendo tus sueños, además las escribes tal cual eres, parece que te estoy oyendo contarlo todo hermano. Enhorabuena, y gracias!

    ResponderEliminar

 
Sitio creado por Andrés Moreno con un diseño de Oloblogger .